Ascochinga, con su rica historia, entorno natural y compromiso con la preservación ambiental, se convierte en el escenario perfecto para la consolidación de un espacio que refleje los valores y objetivos de nuestra ONG. En este contexto, hemos dado un paso significativo al recibir en comodato un edificio histórico emplazado en el predio del icónico Hotel Parque, construido en la década de 1930.



Este edificio, testigo del devenir de los años, se erige como un símbolo de la identidad local. Con la firme convicción de revitalizar su esencia, nos propusimos llevar a cabo un proceso integral de puesta en valor que permitiera rescatar su encanto y transformarlo en un epicentro vibrante de actividades para la comunidad y nuestra organización.



La primera fase de este proyecto consistió en la cuidadosa restauración de los techos, devolviéndoles su antigua gloria y fortaleciendo su estructura para garantizar la durabilidad a lo largo del tiempo. Además, nos sumergimos en la recuperación de las aberturas originales, rescatando el diseño arquitectónico que las caracteriza y aportando al edificio un toque de autenticidad.
La modernización también fue parte esencial de nuestra intervención, llevando a cabo un meticuloso cambio de vidrios para mejorar la eficiencia energética y proporcionar un ambiente más confortable y sostenible. Esta renovación no solo persigue la mejora estética, sino también la adaptación a estándares contemporáneos que promueven la eficiencia y la responsabilidad medioambiental.



Los trabajos de limpieza y pintura fueron etapas fundamentales en el proceso de transformación. Con un enfoque meticuloso, cada rincón del edificio fue tratado con el respeto que merece su historia, eliminando capas de desgaste para revelar la belleza original. La paleta de colores cuidadosamente seleccionada no solo realzó la arquitectura, sino que también infundió nueva vida al entorno, creando un ambiente acogedor y revitalizado.

Este proyecto de puesta en valor no solo se trata de renovar una estructura física, sino de preservar y fortalecer la identidad de Ascochinga. El edificio histórico, ahora restaurado y revitalizado, se erige como un faro de inspiración y un punto de encuentro vibrante para nuestras actividades. En cada detalle, buscamos honrar la riqueza del pasado mientras construimos un futuro más prometedor para nuestra ONG y la comunidad que servimos.